Navidad...

Es navidad, y sometidos a las distancias nos unimos. Gente se dedica a comparar. Otros solamente a sobrevivir los momentos ingratos de las fiestas y sus ascuas. De todos modos, queda resistir. Resistir a partir de la resiliencia. Cosa que nos brinda, que nos regala Dios, el libre albedrío, y esa cuestión de resetearse permanentemente. Como si fuésemos animales que despelechamos de una época a otra. De una era a otra. De una vida y una experiencia a otra.
Tomar con calma la pasión que se genera es un consejo arbitrario. Vivamos a velocidad crucero. Cortemos el viento con las manos. Sepamos disfrutar de esto. Que no es otra cosa si no que loca vida adolescente...

Puedo contarte mis historias. Siempre usando claves. Impulsos sobre letras y emociones. Cosas que nos cambian la escencia de un día a otro. Para retornar y ser esperados por quién, después de todo, nunca antes te esperó.

Cumplo porque la demanda es la sonrisa y la alegría de una persona. Es escribir un poco a la vida abierta, la vida dulce, que no es otra cosa si no, que vida nuestra.

Que tengas muchas noches buenas y pases, sublimando (que es una palabra tuya, sobre sublime) las navidades que nos agobian.

Gracias por todo... MMM!